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martes, 26 de junio de 2012

Las anfetaminas pueden provocar en adultos jóvenes una lesión en la arteria aorta


Los adultos jóvenes que abusan de las anfetaminas serían más propensos a padecer una lesión frecuentemente letal en la principal arteria del cuerpo, llamada aorta, informaron investigadores estadounidenses.
Un estudio de los registros médicos de 31 millones de personas de entre 18 y 49 años hospitalizadas entre 1995 y 2007 reveló que quienes habían abusado de anfetamina tenían el triple de posibilidades de padecer lo que se denomina una disección aórtica, dijo el equipo de la University of Texas.
Existe un amplio abuso de las anfetamina, aunque también se utiliza la sustancia de manera legítima para tratar el déficit de atención, la narcolepsia y otros trastornos del sueño. También pueden ayudar en la pérdida de peso. Las drogas dificultan los latidos del corazón y pueden elevar la presión. Investigadores hallaron anteriormente que podrían aumentar el riesgo de ataque cardíaco y algunos sospechaban que el abuso de drogas puede además provocar lesiones en la aorta.
En un artículo publicado en American Heart Journal, el doctor Arthur Westover y sus colegas indicaron que también examinaron los registros médicos de más de 49 millones de personas de más de 50 años durante el mismo período. “Hallamos que la frecuencia de la disección aórtica está aumentando entre los adultos jóvenes, pero no en los mayores”, dijo Westover en un comunicado. “No está claro por qué”, añadió. “A la hora de buscar una posible causa, los médicos deberían controlar el abuso de anfetamina en los jóvenes con disección aórtica”, señaló el experto.
Los registros de pacientes de California, Hawái, Oregon y el estado de Washington mostraron tres veces más casos de disección aórtica relacionada con el abuso de anfetamina entre los adultos jóvenes. Estos estados también presentan tasas promedio más altas de abuso de esta droga, agregó Westover. “Esto demuestra que en las zonas donde el abuso de anfetamina es más común, hay mayores consecuencias para la salud pública”, expresó el investigador.
Según el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas, el consumo ilegal de anfetamina y metanfetamina está empeorando en Estados Unidos.
En 1992, alrededor de 21.000 personas ingresaron a hospitales para ser tratadas por abuso de anfetamina o metanfetamina. En el 2004, esa cifra aumentó a 150.000.

http://www.rctv.net/index.php/2012/06/25/adultos-jovenes-que-abusan-de-las-anfetaminas-serian-mas-propensos-a-padecer-lesion-letal-en-la-arteria-aorta/

domingo, 15 de abril de 2012

MDMA


La MDMA (3,4 metilendioximetanfetamina) es una droga sintética y psicoactiva, químicamente similar al estimulante metanfetamina y al alucinógeno mezcalina. Causa un efecto vigorizante, eufórico, calidez emocional y distorsión en la percepción del tiempo y de las experiencias táctiles.

¿Cómo se abusa la MDMA?

La MDMA se toma por vía oral en forma de cápsula o pastilla. Inicialmente era popular entre los adolescentes y jóvenes caucásicos que acudían a los clubes nocturnos o a las fiestas de baile de todo el fin de semana conocidas como fiestas “rave”. Recientemente, el perfil del usuario típico de la MDMA ha cambiado y la droga afecta ahora a un espectro más amplio de grupos étnicos. La MDMA es también popular entre los hombres homosexuales que viven en áreas urbanas. Algunos informan que usan la MDMA como parte de sus experiencias con drogas múltiples, las cuales incluyen marihuana, cocaína, metanfetamina, ketamina y otras sustancias lícitas e ilícitas.

¿Cómo afecta la MDMA al cerebro?

La MDMA ejerce sus efectos primarios en las neuronas del cerebro que usan el neurotransmisor químico llamado serotonina, para comunicarse con otras neuronas. El sistema de la serotonina juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo, la agresión, la actividad sexual, el sueño y la sensibilidad al dolor. La MDMA se une al transportador de la recaptación de serotonina, el cual es responsable de extraer la serotonina de la sinapsis (el espacio que queda entre una neurona y otra) para extinguir la señal entre las neuronas. La MDMA causa también la liberación excesiva de serotonina de las neuronas y tiene efectos similares pero menos potentes sobre las neuronas que contienen dopamina y norepinefrina.

La MDMA puede producir confusión, depresión, problemas de sueño, deseo vehemente por consumir la droga y ansiedad intensa. Estos problemas se pueden presentar poco tiempo después de consumir la droga o, en ocasiones, días o semanas después. Además, los usuarios crónicos de MDMA tienen un rendimiento menor que los que no usan MDMA en ciertos tipos de pruebas cognitivas o de memoria; aunque algunos de estos efectos pueden deberse al uso de otras drogas en combinación con la MDMA. La investigación en animales indica que la MDMA puede ser nociva para el cerebro. En un estudio en primates no humanos se demostró que la exposición a la MDMA durante apenas 4 días ocasionó daño en las terminales nerviosas de la serotonina, el cual era aún evidente de 6 a 7 años después.1 Si bien no se ha demostrado de forma definitiva una neurotoxicidad similar en los seres humanos, la mayoría de las investigaciones en animales demuestran los daños de la MDMA y sugieren de forma contundente que la MDMA no es una droga inofensiva para consumo humano. En la actualidad esta área es un foco de intensa investigación.

Potencial adictivo

En algunas personas, la MDMA puede ser adictiva. En una encuesta realizada entre adultos jóvenes y adolescentes usuarios de la MDMA se encontró que el 43 por ciento de los que reportaron haber consumido éxtasis cumplía con los criterios diagnósticos aceptados para la dependencia. Éstos incluyen el uso continuado de la droga, a pesar de conocer el daño físico o psicológico, al igual que los efectos de abstinencia, y la tolerancia (disminución de la respuesta) que puede causar. Estos resultados concuerdan con estudios similares realizados en otros países que también sugieren una alta incidencia de dependencia a la MDMA entre los usuarios. Los síntomas de abstinencia de la MDMA asociados con la suspensión de su uso incluyen fatiga, pérdida del apetito, depresión y problemas de concentración.

¿Qué otros efectos adversos para la salud tiene la MDMA?

La MDMA también puede resultar peligrosa para la salud en general y en ocasiones su uso podría ser mortal. Muchos de los efectos físicos de la MDMA son iguales a los de otros estimulantes como la cocaína y las anfetaminas. Entre ellos, se cuenta el aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo cual tiene un mayor riesgo en personas que tienen problemas circulatorios o enfermedades cardiacas, y otros síntomas como tensión muscular, contractura involuntaria de la mandíbula, náuseas, visión borrosa, desmayos y escalofríos o sudoración.

En dosis altas, la MDMA puede alterar la capacidad del organismo de regular la temperatura. En ocasiones raras pero impredecibles, puede producir un aumento agudo de la temperatura corporal (hipertermia), que puede causar insuficiencia hepática, renal o cardiovascular o inclusive la muerte. La MDMA puede interferir con su propio metabolismo (su degradación dentro del organismo); en consecuencia, la administración repetida de la MDMA puede alcanzar niveles potencialmente peligrosos de la droga en tiempos muy cortos.

Otras drogas que son químicamente parecidas a la MDMA, como la MDA (metilendioxianfetamina, el compuesto primario de la MDMA) y la PMA (parametoxianfetamina, implicada en varios casos mortales en Estados Unidos y Australia) también se venden en ocasiones como éxtasis. Estas drogas pueden ser neurotóxicas o crear riesgos adicionales para la salud del usuario. Además, las tabletas de éxtasis se pueden adulterar con otras sustancias como efedrina (un estimulante), dextrometorfano (un antitusivo), ketamina (un anestésico de uso principalmente veterinario), cafeína, cocaína y metanfetamina. Aunque la combinación de MDMA con una o más de estas drogas puede presentar peligros adicionales, en algunos casos los usuarios de MDMA también consumen otras sustancias adicionales como marihuana y alcohol, lo cual pone al consumidor en un riesgo aún más alto.

¿Qué opciones de tratamiento existen?

No existen tratamientos específicos para el abuso y la adicción a la MDMA. Los tratamientos más eficaces para el abuso y la adicción a las drogas en general son las intervenciones cognitivo-conductuales diseñadas para modificar el pensamiento, las expectativas y los comportamientos del paciente relacionados con el uso de drogas así como para aumentar su capacidad de enfrentarse a los factores de estrés de la vida. La participación en grupos de apoyo para personas que abusan de las drogas, en combinación con las intervenciones conductuales, puede ser eficaz para respaldar una recuperación a largo plazo sin recaídas. En la actualidad no existen tratamientos farmacológicos para la adicción a la MDMA.

Fuente: Portal sobre adicciones


sábado, 17 de marzo de 2012

Anfetaminas

ASPECTOS HISTÓRICOSLos chinos, como consta en su materia médica, tenían abundantes conocimientos sobre diferentes plantas y sus efectos, entre ellas el té y la efedra que poseen ambas propiedades estimulantes. La efedrina, alcaloide de la efedra precursor de la anfetamina, fue descubierto por ellos a principios de siglo XX y en 1926 sintetizaron por primera vez la anfetamina.

Las anfetaminas son sucedáneos sintéticos de la «ephedra vulgaris», conífera que fue utilizada durante milenios por los herbolarios chinos como antiasmático.

La producción y comercialización de la primera anfetamina comienza en EE.UU. hacia 1930; la bencedrina, apareció en el mercado en forma de inhaladores para combatir la rinitis y las congestiones nasales, tras este uso apareció en forma de píldoras contra el mareo y la obesidad y más tarde como antidepresivo.

Tras la bencedrina apareció la dexanfetamina o dexedrina y en 1938 la metanfetamina.

Estas sustancias fueron recibidas con un gran optimismo por sus efectos inductores de la vigilia ,y por el incremento que su uso supone de la atención y resistencia a la fatiga, razón por la que fue utilizada en la Guerra Civil española y en la Segunda Guerra Mundial por ambos bandos contendientes, siendo especialmente llamativo el uso que de la metanfetamina hicieron los japoneses, cuyos pilotos KamiKazes volaban bajo los efectos de altas dosis de esta droga.

Fuera de los usos militares podemos señalar que la anfetamina supuso el primer caso de doping de la historia, pues diversos ciclistas la utilizaban para aumentar su rendimiento, como en el caso de T. Simpson, ciclista inglés que murió al realizar una escalada bajo los efectos de este fármaco.

Debido a su prestigio, esta droga comenzó a utilizarse a partir de 1945 en clínica por vía endovenosa como tratamiento para la depresión y la histeria mediante el llamado shock anfetamínico, y ya por esta época había ciertos indicios que hacían pensar que la anfetamina empleada en dosis altas producía lesiones neurales irreversibles, dato que fue posteriormente comprobado empíricamente.

En 1964 mediante la Drugs Act de ese mismo año se producen restricciones a la libre dispensación de esta droga y de ésta combinada con barbitúricos, so pena de prisión a perpetuidad para los traficantes, siguiendo esta misma línea los países occidentales salvo España, lugar al que acudían de diversas partes de Europa a surtirse de este fármaco, hasta el punto de que a la anfetamina se le llegó a llamar «droga española».

La consecuencia más inmediata de las medidas restrictivas adoptadas por EE.UU., fue la aparición de un nuevo tipo de junkie (yonki), el speed junkie.


CARACTERÍSTICAS DE LA SUSTANCIA

- MECANISMO DE ACTUACIÓN NEUROLÓGICO:
La anfetamina es un estimulante de acción simpaticomimética que actúa a nivel del Sistema Nervioso Central facilitando la liberación de dopamina y noradrenalina y bloqueando la recaptación de estas sustancias neurotransmisoras ya liberadas.

- EFECTOS OBJETIVOS:
Las anfetaminas producen incremento de la presión arterial y a grandes dosis puede aparecer taquicardia paroxística, fibrilación auricular e incluso ventricular a nivel del sistema cardiovascular; en el sistema digestivo, ocasionan náuseas, vómitos, calambres abdominales, diarrea, estreñimiento, sequedad de boca, y anorexia; en el sistema respiratorio puede producir insuficiencia respiratoria y cianosis y por último a nivel metabólico-endocrino pueden producir alteraciones en la libido y ginecomastia y dificultades en la micción debido a la contracción del esfínter vesical, en el sistema urinario.

- EFECTOS SUBJETIVOS:
Falta de sueño, estado de alerta y menor sensación de fatiga, mayor iniciativa, decremento de la sensación de hambre, aumento de la confianza en sí mismo y de las capacidades de atención y concentración así como euforia; también son frecuentes el temblor, dolor de cabeza, nerviosismo, hiperexcitabilidad, midriasis y visión borrosa.

En cuanto a la tolerancia de la anfetamina podemos decir que es muy grande aunque la sensación de control psíquico a grandes dosis de esta droga no evita el deterioro orgánico y neurológico.

En referencia a los síntomas que su suspensión brusca desencadena, al igual que la cocaína no produce el cuadro de síntomas conocidos como síndrome de abstinencia que se produce con los opiáceos, aunque sí se produce un estado de depresión de duración variable.

Fuente: Educación social

jueves, 2 de febrero de 2012

La adicción a las anfetaminas



Por Ana Muñoz, Guía de About.com

Las anfetaminas se han utilizado para tratar diversos problemas médicos como el asma o la narcolepsia, y fueron también utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial para contrarrestar la fatiga de los soldados y aumentar su concentración.
A partir de los años 60, el uso ilegal de las anfetaminas empezó a extenderse, de manera que se aumentó el control que se ejercía sobre ellas. Aunque al principio se usaban ilegalmente sustancias fabricadas de manera legal, con el aumento del control, empezaron a fabricarse en laboratorios ilegales. Esto conlleva un gran riesgo, ya que los productos químicos utilizados en su fabricación son muy tóxicos y altamente explosivos.
Cuál es el efecto de las anfetaminas
Las anfetaminas estimulan ciertas áreas del cerebro y producen un aumento de los niveles de determinados neurotransmisores, como la norepinefrina y la dopamina, causando un efecto estimulante, estado de ánimo eufórico, aumento del nivel de energía, disminución del apetito y sensación de bienestar.
Entre los efectos físicos se encuentra la hipertensión, palpitaciones, bruxismo, pupilas dilatadas, estreñimiento, disminución del apetito, y dolor de cabeza, entre otros.
Sin embargo, al igual que sucede con la cocaína, pasado este efecto se produce una gran disminución de los niveles de neurotransmisores, que caen por debajo de los niveles normales. Eso hace que aumente el deseo de volver a tomar anfetaminas para contrarrestar el malestar. Incluso meses después de haber suspendido el uso de esta sustancia, los niveles de neurotransmisores como serotonina, dopamina y norepinefrina pueden estar por debajo de los niveles normales. Es posible, además, que, tras un uso prolongado de anfetaminas, los niveles de neurotransmisores no vuelvan nunca a ser normales.
Con el tiempo, la persona puede desarrollar tolerancia a las anfetaminas, lo que significa que necesitará una dosis mayor para conseguir los mismos efectos.
Efectos del uso crónico
El uso a largo plazo de anfetaminas produce una psicosis similar a la esquizofrenia paranoide. En algunos casos, la psicosis puede producirse también al utilizar una dosis alta durante un corto periodo de tiempo.
También producen una conducta muy agresiva, sobre todo cuando la persona se siente amenazada.
Entre las complicaciones físicas que pueden tener lugar se encuentran los daños al corazón, accidente cerebrovascular (también llamado apoplejía o ictus cerebral) y fiebres intensas que pueden amenazar la vida.
El modo en que las anfetaminas producen adicción es similar al de otras drogas estimulantes, como la cocaína.

sábado, 14 de enero de 2012

Europol desmantela una red de producción y tráfico de anfetaminas

UE DROGAS | 12 de enero de 2012

La Haya, 12 ene (EFE).- La agencia policial europea, Europol, anunció hoy el desmantelamiento de una red internacional de producción y tráfico de anfetaminas que operaba en diferentes países de la Unión Europea (UE).
Iniciada por las autoridades suecas, la investigación, bautizada como "Operación Fuego", ha llevado a la detención de un total de 9 sospechosos, dos de los cuales fueron arrestados en Alemania, tres en Suecia, uno en Holanda y otros tres en Bulgaria, donde además se han cerrado tres laboratorios que fabricaban las drogas.
Las policía ha decomisado un total de 100 kilos de anfetaminas, materias primas para elaborar la droga, y además explosivos y armas de fuego.
Suecia dio la alerta a Europol, que coordinó la operación, después de comprobar que se estaban traficando "grandes cantidades" de anfetamina en el país, según informó la agencia de policía europea en un comunicado.
El director de Europol, Rob Wainwright, aseguró que la agencia continuará apoyando este tipo de investigaciones con sus capacidades técnicas y de inteligencia.
La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, añadió que "esta operación muestra la importancia de incluir Europol en las legislaciones nacionales para poder intercambiar de forma efectiva información referida a peligrosas actividades criminales".

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Trombosis de seno venoso intracraneal secundaria al consumo de speed inhalado

Resumen

Introducción. El speed es un psicoestimulante del SNC que puede provocar alteraciones conductuales, euforia, psicosis y diversos cuadros a nivel orgánico.

Caso clínico. Paciente de 19 años, consumidora de anfetaminas, que presentó alteraciones conductuales y heteroagresividad, circunstancias que requirieron ingreso psiquiátrico, en el cual tras la realización de pruebas de imagen cerebral se encontró una trombosis del seno venoso intracraneal que no había desarrollado sintomatología significativa hasta el momento.

Conclusiones. El objetivo de dicha comunicación es conocer el mecanismo de acción del speed y relacionar su consumo con la aparición de trombosis del seno venoso. Para ello se ha realizado una búsqueda en la base de datos Pub- Med con los siguientes términos: amphetamines y thrombosis sinus intracranial; street drugs y cerebrovascular disease; y adverse effects de las drogas.

INTRODUCCIÓN
El speed es una anfetamina, que pertenece a la familia del resto de drogas sintéticas, del tipo del MDMA. Es un psicoestimulante del SNC que provoca un estado de alerta, un aumento de energía, disminución de la sensación de cansancio, disminución del apetito, agresividad, aumento de la temperatura corporal, efectos sobre el sistema cardiovascular (relacionados con los casos de muerte súbita), y en altas dosis, euforia y psicosis

Puede consumirse por boca, inyectada, fumada o inhalada. La forma inhalada es la que consigue mayor rapidez de acción y concentraciones más elevadas a nivel cerebral. Su acción farmacológica consiste en elevar los niveles extracelulares de los neurotransmisores monoaminérgicos (dopamina, serotonina, noradrenalina) mediante una redistribución de estos mismos en las vesículas sinápticas e inversión de su transporte a través de la membrana plasmática

Acceso gratuito al texto completo.


Fuente: Psiquiatria.es