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jueves, 21 de noviembre de 2013

El abuso de cocaína a largo plazo puede estar asociado con deficiencias en las partes del cerebro involucradas en el seguimiento y la supervisión de la conducta de uno mismo.

Una nueva investigación de la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, publicada en la edición digital de 'JAMA Psychiatry', revela que el abuso de cocaína a largo plazo puede estar asociado con deficiencias en las partes del cerebro involucradas en el seguimiento y la supervisión de la conducta de uno mismo.

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

Mediante el uso de procedimientos de formación de imágenes funcionales y estructurales de resonancia magnética, los investigadores fueron capaces de visualizar anormalidades en la respuesta a los errores y la integridad de la materia gris en la parte del cerebro conocida como la corteza cingulada anterior, que controla muchas de las funciones cognitivas, incluyendo reconocer los errores y responder a ellos.

Los científicos clasificaron a los individuos adictos en función de si eran capaces de proporcionar informes precisos de su propia conducta de elección y por medio de un cuestionario que evaluó su funcionamiento emocional. Se compararon los resultados con controles sanos y en individuos adictos a la cocaína que no tenían estos déficits de conciencia de sí mismos.

"Se pudieron ver fácilmente anomalías funcionales y estructurales cuantificables en el cerebro en las imágenes de resonancia magnética de los individuos adictos a la cocaína con alteración de la conciencia de sí mismos", dijo Rita Z. Goldstein, autora principal del estudio y profesora de Psiquiatría y Neurociencias de la Facultad Icahn.

"Estos déficits fueron prominentes incluso cuando comparamos este subgrupo de individuos con otros adictos a la cocaína cuya conciencia de sí mismos estaba intacta", agregó. En concreto, la corteza cingulada anterior era morfológicamente más pequeña y respondió de manera anormal a los errores en los individuos adictos a la cocaína con alteración de conciencia de sí mismos.

"Nuestros resultados sugieren opciones de tratamiento que podrían ser especialmente útiles para las personas con problemas de conciencia de sí mismas", destacó otro de los autores del análisis y profesor asistente en el Departamento de Psiquiatría de la Facultad de medicina Icahn, Scott J. Moeller.

Fuente el Economista.es

jueves, 19 de julio de 2012

Las conductas relacionadas con el alcohol podrían aumentar el riesgo de padecer un descenso cognitivo


"Europa Press.es Comunicados emite este articulo basado en dos ensayos presentados por la Alzheimer's Associarion International Conference 2012, del peligro del consumo de alcohol en la fase final de la vida ya que puede acelerar un deterioro cognitivo".

El consumo de alcohol entre ligero y moderado normalmente ha estado bien considerado en relación a que proporciona algunos beneficios para la salud. A pesar de ello, hay dos ensayos presentados en la Alzheimer's Association International Conference® 2012 (AAIC® 2012) en Vancouver que indican que el uso de alcohol moderado en la fase final de la vida, el uso abusivo en la fase inicial de la vida, la transición a beber en la fase final de la vida y el beber "en juergas" en la fase final de la vida aumenta el riesgo de una reducción cognitiva.
"Los muchos peligros del mal uso del alcohol, y algunos de sus posibles beneficios, se han indicado de forma amplia, y se necesita una mayor clarificación por medio de la comunidad científica", comentó William Thies, PhD y responsable médico y científico de la Alzheimer's Association®. "En realidad nadie debería comenzar a beber para reducir el riesgo del Alzheimer, tal y como atesoran estos dos nuevos informes".
"Necesitamos saber más en torno a cuáles factores realmente aumentan y reducen el riesgo de una reducción cognitiva y de la enfermedad del Alzheimer. Para ello, necesitamos estudios a un plazo más largo y con poblaciones más diversas, y necesitamos más fondos de investigación a fin de conseguir que esto se lleve a cabo. Hemos aprendido cantidades increíbles en torno a la enfermedad cardiaca y el riesgo de derrame en investigaciones a largo plazo con el Framingham Study - disponemos de factores de riesgo sobre el estilo de vida sólidamente demostrados sobre los que las personas pueden actuar de forma diaria. El Alzheimer ya necesita su versión de esta investigación", añadió Thies.
"En el año 2050, el tratamiento el tratamiento para las personas con Alzheimer tendrá un coste de más de 1 billón de dólares en Estados Unidos, creando una contracción enorme e insostenible para los sistemas de salud, familias y presupuestos federales y estatales. Como reconocimiento a esta crisis cada vez mayor, el primer U.S. National Plan to Address Alzheimer's Disease se presentó en mayo. Este plan ya se debe implementar de forma rápida y eficaz. Necesitamos al Congreso para que apoye esta implementación por medio de 100 millones de dólares adicionales para la investigación, formación, alcance y apoyo comunitario del Alzheimer", explicó Thies.
20 años de conductas de consumo de alcohol y discapacidad cognitiva en las mujeres mayores
Mientras que el consumo moderado de alcohol y la presencia de un impacto en la discapacidad cognitiva a finales de la vida no está establecido, algunos estudios indican un efecto protector. Hasta la fecha pocos estudios han examinado las conductas del consumo de alcohol con el tiempo en relación al estado cognitivo, sobre todo en la parte muy última de la vida.
Tina Hoang, MSPH, del NCIRE/The Veterans Health Research Institute, San Francisco y de la University of California, San Francisco, y sus colegas han realizado un seguimiento a más de 1.300 mujeres de 65 años y mayores durante 20 años. Han evaluado la frecuencia del uso actual y pasado del alcohol en las fases iniciales, en el punto medio (años 6 y 8) y fases finales (años 10 y 16) del estudio. Los investigadores han evaluado a los participantes a finales del estudio por su discapacidad cognitiva leve y la demencia. En la línea base, el 40,6% eran no bebedoras, el 50,4% eran bebedoras ocasionales (de 0 a 7 bebidas a la semana) y el 9,0% eran bebedoras moderadas (de 7 a 14 bebidas a la semana). Las bebedoras a gran escala (14 bebidas a la semana) estaban excluidas.
Los científicos han descubierto que:
"En este grupo de mujeres mayores, el consumo moderado de alcohol no fue protector", comentó Hoang. "Hemos descubierto que el consumo a gran escala a los inicios de la vida, el uso moderado a finales de la vida y la transición a la bebida a finales de la vida estuvieron asociados con un aumento del riesgo de desarrollo de discapacidad cognitiva. Estos descubrimientos indican que el uso del alcohol en la fase final de la vida podrían no ser beneficiosos para la función cognitiva en las mujeres mayores".
"Pudiera deberse a que los cerebros de los adultos mayores son más vulnerables a los efectos del alcohol, pero es también posible que los factores asociados con el cambio del uso de alcohol se relacionen a la copia o pérdida. Los médicos deberán evaluar con precaución a sus pacientes mayores en relación a la cantidad que beben y a cualquier cambio en el uso del alcohol", añadió Hoang.
Beber durante juergas aumenta el riesgo de la reducción cognitiva en adultos mayores
Se conoce poco en torno a los efectos cognitivos del hecho de beber mucho de forma episódica (o "beber en juergas") en las personas mayores. Beber durante juergas es una conducta de consumo de alcohol en la que una persona que no es bebedora habitual bebe varias bebidas en una sola ocasión.
"Sabemos que beber durante juergas puede ser perjudicial", explicó el doctor Iain Lang, del Peninsula College of Medicine and Dentistry de la University of Exeter, Reino Unido. "Por ejemplo, puede aumentar el riesgo de daño para el sistema cardiovascular, incluyendo las opciones de desarrollar enfermedad cardiaca, además de estar relacionado con el aumento del riesgo de los daños intencionados y no intencionados".
Según Lang, no está claro si beber en juergas en los adultos mayores proporciona un efecto dañino para la salud cognitiva y si aumenta el riesgo de que una persona desarrolle demencia.
Lang y sus colegas realizaron un análisis secundario de los datos de 5.075 participantes de 65 años y mayores en el Health and Retirement Study (HRS), una encuesta bianual, longitudinal y de representación nacional de los adultos de Estados Unidos de 50 años y mayores, con el fin de evaluar los efectos de beber en juergas en las personas mayores en torno a la cognición y el estado de ánimo. Los datos de la línea base se recopilaron en 2002 y se realizó un seguimiento de los participantes durante 8 años. El consumo de cuatro o más bebidas en una única ocasión se consideró como beber en juergas. La función cognitiva y la memoria se evaluaron usando la Telephone Interview for Cognitive Status.
Beber en juergas una vez al mes o más lo admitieron el 8,3% de los hombres y el 1,5% de las mujeres; beber en juergas dos veces o más al mes lo admitieron el 4,3% de los hombres y el 0,5% de las mujeres.
Los investigadores descubrieron que:
Los resultados fueron similares en hombres y mujeres cuando se les analizó de forma separada.
"En nuestro grupo de adultos mayores que viven en comunidad, beber en juergas está asociado a un aumento de la reducción cognitiva", comentó Lang. "Los que han indicado que beben al menos dos veces al mes fueron más que el doble que los que tuvieron la reducción mayor en la función cognitiva y de memoria. Estas diferencias estuvieron presentes incluso cuando se tuvieron en cuenta otros factores que se sabe están relacionados con la reducción cognitiva, como la edad y el nivel de formación".
"Esta investigación presenta varias implicaciones. La primera, las personas mayores - y sus médicos, deberán ser conscientes de que el beber en juergas podría aumentar el riesgo de padecer una reducción cognitiva y así instar al cambio en las conductas de beber. En segundo lugar, los responsables de las políticas y los especialistas en salud pública deberían saber que beber en juergas no solo es un problema de adolescentes y adultos jóvenes; tenemos que empezar a pensar en las personas mayores cuando están planificando intervenciones para reducir el beber en juergas", añadió Lang.