viernes, 6 de abril de 2012

Estudio vincula el consumo de "K especial" con trastornos urinarios

Un estudio sugiere que muchas personas que consumen ketamina podrían desarrollar dolor abdominal, incontinencia y otros síntomas urinarios.
En medicina, la ketamina se usa como un anestésico. En los clubes nocturnos, donde se conoce como "K especial", se aspira o, a veces, se inyecta; los consumidores experimentan euforia y la sensación de "salirse del cuerpo".
El consumo de la droga está aumentando en muchos países y está asociado con trastornos cognitivos, como las alucinaciones y los problemas de memoria y concentración. También provoca hipertensión.
Los efectos adversos no terminan allí. Están también los síntomas urinarios, como dolor en la parte baja del abdomen y al orinar, sangre en la orina e incontinencia. Pero, hasta ahora, no se conocían estadísticas de estos efectos adversos.
En el nuevo estudio, un equipo del Reino Unido halló que el 27 por ciento de 1.285 adultos jóvenes que habían abusado de la ketamina tenían síntomas urinarios. Y que a mayor dosis o frecuencia de consumo, más propensos eran a tener esos síntomas.
Esto aporta una idea de la prevalencia de los síntomas urinarios en los consumidores de ketamina, según opinó Angela M. Cottrell, investigadora del Instituto de Urología de Bristol y coautora del estudio.
Aunque se desconoce cuál sería la diferencia con la prevalencia de esos síntomas en la población joven general, el equipo de Cottrell asegura que los resultados confirman que existe una relación entre el consumo de ketamina y los trastornos urinarios.
"El mensaje es que el consumo regular de ketamina produce síntomas urinarios graves", dijo Cottrell sobre los resultados publicados en British Journal of Urology International que surgen de una encuesta online de la revista británica MixMag.
De los 3.806 jóvenes que respondieron la encuesta, la mitad dijo que alguna vez había utilizado la droga y un tercio (1.285) que lo había hecho el año anterior.
El 17 por ciento de ese último grupo tenía signos de dependencia a la ketamina, como querer abandonarla sin éxito, por lo que tendían a consumir dosis más altas y con más frecuencia que otros consumidores.
El equipo observó que, en general, la posibilidad de desarrollar trastornos urinarios y dolor abdominal aumentó a medida que lo hacían las dosis utilizadas y la frecuencia del consumo.
Esos síntomas tendían a desaparecer al abandonar el consumo de la droga.

FUENTE: BJU International, online 14 de marzo del 2012
Reuters Health

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