A pesar del obstáculo que la ilegalidad de ciertas sustancias supone para la recogida de datos precisos, un estudio australiano estima que, aproximadamente, una de cada 20 de personas consumió el pasado año algún tipo de droga. Esta incertidumbre no sólo impide conocer con exactitud el coste sociosanitario de este fenómeno sino que dificulta el diseño de "políticas inteligentes" para combatir el problema.
Ésta es una de las conclusiones del trabajo presentado en la revista 'The Lancet' como parte de una serie de artículos acerca de las drogas ilegales. Los autores subrayan que se trata de "una importante consecuencia, aunque no planeada, de la prohibición del consumo de ciertas drogas", un problema que está más extendido en los países con ingresos altos y aquellos próximos a las zonas de producción.
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Fuente: el Mundo.es
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