domingo, 11 de diciembre de 2011

ACTITUDES MANIQUEAS EN LA LUCHA CONTRA LAS DROGODEPENDENCIAS



Este texto esta extraído del artículo de la revista Revista «Poiésis». Nos habla de una realidad existente en nuestro país, el no considerar el alcohol, el tabaco y las benzodiacepinas como drogas por los intereses económicos que conlleva....

El abuso de sustancias psicoactivas es una de las cuestiones que ha acaparado más páginas en el campo de la literatura científica durante las últimas décadas. Sin embargo son muchas  las ocasiones en que se descubre, tanto en esta bibliografía científica como en muchas actitudes ante las adicciones, una manifiesta incongruencia: se aborda el problema de las drogodependencias. Actitudes maniqueas en la  lucha contra las drogodependencias.
evitando incluir el alcohol y otras sustancias de abuso legales como el tabaco o las Benzodiazepinas.

No deja de ser paradójico que en sociedades que tradicionalmente han sido consumidoras de alcohol, como las indoeuropeas, y la española entre ellas, se haya mirado hacia otro lado durante algunas décadas, diferenciando de modo artificial, y claudicando casi siempre ante intereses económicos, el consumo de alcohol y el de otras drogas.

Únicamente el paso del tiempo puede garantizar la objetividad necesaria para emitir un juicio de valor sobre una cuestión, como la que nos ocupa, que ha necesitado acumular una muy dilatada experiencia y considerar imparcialmente los datos correspondientes al abuso de alcohol, y su elevadísima repercusión socio-sanitaria impulsada por la invasión publicitaria
en todos los medios de comunicación durante las últimas décadas.

Nuestro mundo, cada día más globalizado, reclama a gritos imaginación, generosidad, flexibilidad y positivismo para encontrar soluciones válidas a los problemas que nos afectan, y el de las drogodependencias no es un problema menor. De su cuidadosa solución dependerá en parte el futuro.

El futuro no se va a ganar únicamente con la creación, como ha ocurrido en España muy recientemente, de una Fundación que se preocupe por el correcto consumo de alcohol, prestando una atención preferente a las embarazadas, los conductores y los más jóvenes, y patrocinada por el consorcio de fabricantes de  bebidas alcohólicas. ¿No es esto maniqueísmo?.¿Deberán hacer lo mismo los productores del resto de drogas?

Hay una última consideración, no son precisamente los países más pobres los que más alcohol producen, y detrás de la producción y el tráfico del resto de las sustancias de abuso hay problemas muy graves que en un mundo global no pueden ser obviados: hambre, pobreza, subdesarrollo, desigualdades, luchas políticas, etc… Contribuir a su solución es también contribuir a la lucha contra las drogas sin una doble moral.






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